jueves, 23 de junio de 2011

Recordando a Rick Wright. (16/09/08)

            Ha muerto Rick Wright, tecladista, compositor y algunas veces cantante de Pink Floyd y no sé si quede algo por decir acerca de esta legendaria y tremendamente influyente banda inglesa. Se iniciaron en la primera mitad de los años sesenta en una escuela de arquitectura; formados además por el baterista Nick Mason, el bajista Roger Waters y dirigidos e influenciados por su primer y talentoso líder, el guitarrista y cantante Syd Barrett (fallecido en 2006), quien después de un primer álbum de tendencia lisérgica, abandonó el grupo por problemas mentales generados en parte por el consumo irresponsable y desmedido de LSD. En el intertanto había llegado David Gilmour a hacerse cargo de las partes de guitarra, mientras el liderazgo era ahora ejercido por Waters. En los años setenta crearon algunos de sus discos más logrados y aplaudidos, entre los que se cuenta el más famoso de todos: “The Dark Side Of The Moon”. Luego del lanzamiento del disco doble “The Wall” y su respectiva gira a principios de los ochenta, Wright abandonó la banda motivado por los problemas que generaba el autoritarismo exacerbado de Waters. La crisis interna empeoró y Waters fue despedido del grupo luego del disco “The Final Cut” y numerosos litigios judiciales en pugna por la marca Pink Floyd. Gilmour asumió como nuevo líder y Wright estuvo de vuelta para participar en los discos “A Momentary Lapse Of Reason”, “The Division Bell”, en las giras de éstos que fueron lanzadas como los discos dobles “Delicate Sound Of Thunder” y “Pulse” respectivamente, y en la reunión con Waters en el festival Live 8 en 2005. Esto último marcaría el fin definitivo del grupo, rematado con la repentina partida de Rick Wright el 15 de Septiembre de este año víctima del cáncer.
Todo lo anterior no es difícil de encontrar y leer si uno se pasea por los numerosos sitios en Internet dedicados al grupo. Es por eso que este espacio lo dedicaré a algunas anécdotas e historias más desconocidas de Rick Wright en su vida personal y dentro de Pink Floyd. Relatos que escogí del libro que debe ser leído si lo que se quiere es saber absolutamente todo acerca de la banda, un libro muy entretenido y narrado con muy buen sentido del humor: “Inside Out: A Personal History of Pink Floyd”, escrito por el baterista del grupo, Nick Mason, y a la venta en Chile bajo el título “Dentro de Pink Floyd”.
Aquí van algunas.
Wright asegura que aprendió a tocar el piano antes de ponerse a caminar, pero más tarde añade que aprendió a caminar a los diez años. De hecho, una pierna rota a los doce lo dejó dos meses en cama con una guitarra como única compañía, Rick aprendió solo a tocarla usando su propia digitación. Animado por su madre, usó el mismo método autodidacta para el piano, lo que según Mason dio lugar su sonido y estilo tan particular, y de paso evitó que se convirtiera en un profesor de técnica en un conservatorio.
Cómo músico era bastante versátil, no sólo tocaba la guitarra, el piano y los teclados, cuando niño también tocaba la trompeta en la escuela y más tarde, influido por el jazz tradicional, empezó con el saxo y el trombón. Se le puede escuchar tocando éste último en la canción “Biding My Time” incluida en el disco recopilatorio “Relics”.
Al principio, el puesto de Wright en la banda era un poco endeble ya que carecía de teclado eléctrico. Sólo podía tocar en pubs que tuvieran piano, pero como no tenía amplificador era poco probable que alguien pudiera oírle por encima de la batería y los amplificadores Vox. Si no había piano disponible, amenazaba con traer su trombón.
Ya en los comienzos con Pink Floyd el grupo pudo entrar por primera vez a un estudio de grabación en la navidad de 1964 gracias a que un amigo de Rick, que trabajaba en uno, los dejó usarlo gratis. Grabaron cuatro canciones “Double o Bo”,  “I’m A King Bee”,  “Butterfly” y “Lucy Leave” las que fueron copiadas en una edición de vinilo limitada y que fue inestimable ya que muchas salas se las pedían antes de hacerles una prueba en vivo. Según Mason, Rick tenía por entonces una canción llamada “You’re the Reason Why” publicada con un grupo llamado Adam, Mike & Tim, por lo que había recibido 75 libras antes que cualquiera de los otros Floyd supieran lo significaba el concepto de “estafar”.
En aquel tiempo, Rick solía ganarse 5 libras extra trabajando como roadie y descargando el equipo de Pink Floyd en las oficinas del grupo después de los conciertos. Una noche especialmente larga, Rick se relajó en sus deberes y dejó la camioneta estacionada toda la noche en Regent’s Park. En la mañana, todo el equipo portátil, el amplificador de sonido y las guitarras habían desaparecido. La madre de Nick le dio al grupo las 200 libras necesarias para reponer los elementos más importantes. Rick solía sentir remordimiento por ese incidente, aunque nunca indemnizó al grupo.
A fines de los setenta, Rick quería ser uno de los productores del disco “The Wall” y Waters aceptó su propuesta siempre que su colaboración fuera significativa. Desgraciadamente el aporte de Rick fue aparecer en las sesiones y sentarse sin hacer nada, simplemente “ser un productor”. Waters, que nunca quedaba satisfecho con las interpretaciones de Rick en las sesiones de “The Wall”, decidió despedirlo y contratarlo únicamente como músico de sesión para la gira del disco. Rick aceptó aliviado y su decisión resultó beneficiosa, pues como músico asalariado fue el único miembro del grupo que ganó dinero gracias a los conciertos, el resto, según Mason, sólo compartió pérdidas.
Más tarde, Wright se unió al proyecto “A Momentary Lapse of Reason” cuando ya estaba bastante avanzado y se le garantizó que estaría aparte de cualquier repercusión legal o económica por parte de Waters. Es en ese tiempo cuando los Floyd (Gilmour y Mason) descubren que en el acuerdo de su salida había una cláusula que impedía su regreso al grupo. Es por esto que en la carátula del disco sólo aparecen Gilmour y Mason.
Durante las sesiones de “The Division Bell” a comienzos de los noventa, Rick estuvo mucho más integrado en el proceso. El grupo tuvo suficiente tiempo y relajo para desarrollar las ideas y establecieron un sistema democrático en el que cada miembro puntuaba las canciones del uno al diez, sin importar quien fuese el autor. El problema fue que Wright le daba a todas sus ideas diez puntos y al resto ninguno. Al resto les llevó un tiempo entender por qué el disco se estaba convirtiendo en una obra maestra de Rick Wright en solitario.
En la última fase de su vida, Rick Wright participó en el último disco solista de David Gilmour, “On an Island” (2006), y también en la gira que estuvo activa hasta este mismo año. Es por eso que su muerte ha sido demasiado sorpresiva e inesperada para todos los que gustamos de la música de estos viejos genios. Inmortales e inigualables, Pink Floyd no tiene mejores ni peores etapas, Pink Floyd ha sido varios grupos a lo largo de su historia, siempre creando algo nuevo de acuerdo a los intereses de los músicos; conceptuales y con un resultado de altísima calidad. Bastó juntar a un bajista, cantante y compositor observador, de perfil agresivo, creador de letras sociales y críticas; a un vocalista y guitarrista soñador, con técnica propia y sonido único; a un baterista conciso, siempre cauto mas certero; y a un tecladista atmosférico y refinado, sin olvidarnos del diamante loco, para dar vida a uno de los grupos de rock más creativos e importantes de la historia de la música popular. Es necesario que los que no saben nada de ellos, sepan.

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